La otra parte de la Colección Csoma incluye los libros, tallas en madera y manuscritos comprados o hechos copiar por Csoma. Entre ellos hay algunas obras importantes y bien conocidas de la literatura budista y, especialmente, lamaísta; y, al igual que los ‘Libros de Alexander’, también cubren diferentes campos de la literatura tibetana. Como señaló el catalogador de la colección József Terjék, Csoma en varias ocasiones compró o tuvo copiados exactamente aquellos libros referidos en los colofones de los ‘Libros de Alexander’. 1 La sección gramatical incluye las obras más importantes de esta clase, el Sum cu pa y el Rtags kyi ’jug pa, fechados tradicionalmente en el siglo 7 (No. 33), así como sus comentarios (No. 36); 2 además, hay dos libros de morfología, la «Cesta de Piedra Preciosa» (No. 34) 3 y la «Lámpara de sabias palabras» (No. 35). 4 Esta sección incluye también la «Tienda de Clavo», un glosario de palabras antiguas y oscuras (No. 9), 5 y el manuscrito No. 13 6 que cubre terminología budista. Como demuestra el caso del ‘Libro de Alexander’ No. 8, la gramática estaba directamente conectada a otro gran campo de ciencias seglares, la ciencia de la literatura, que incluye poesía, métrica, teoría de la metáfora y drama. Este tema está representado en dos tomos, el primero es un comentario exhaustivo del Kāvyādarśa, famoso tratado de poesía de Dandin, siglo 7 (No. 37), 7 mientras que el otro es un diccionario de metáforas conocido como «Sarta de perlas» (No. 10). 8 Cinco obras cronológicas o astronómicas se relacionan con el tema del ‘Libro de Alejandro’ No. 6b. Cuatro de ellas (Nos. 29-32), 9 escritas por el autor del siglo 16 Lha-ldan Blo-gros Bzang-po ofrecen un repaso de la cronología tibetana a partir del Kālacakratantra, mientras el quinto (No. 32) 10 es una breve introducción general al cálculo de meses y días. A pesar de que el nombre del autor de este libro no figura en el colofón, József Terjék supuso, basándose en sus características generales, que debió ser compilado para Csoma Sangs-rgyas Phun-tsogs. La colección también incluye algunas obras históricas, como «El Sol que abre el Loto de la Enseñanza», por el autor del siglo 16 Padma Dkarpo, miembro de la Orden ‘Brug-pa’ (del Dragón), una subsección de la Orden Bka’ brgyud pa (No. 20), 11 y «El Sol de la Fe que Luce en Cien Direcciones», de Tāranātha (1575-1634), un conciso resumen de la vida del Buda histórico (No. 5). 12 Entre las obras históricas también podemos mencionar «La Sarta de Loto Blanco», por el 2º Panchen Lama, Blo-bzang Ye-shes (1663-1737), que recoge las vidas de los maestros de la «vía gradual», la escuela filosófica budista dominante en Tíbet (No. 17), 13 así como la «La Fuente de los Diez Millones de Maravillas», una descripción del mítico país de Shambala y de la India, escrito por el 3er Panchen Lama (1737-1780). El resto de la colección cubre filosofía budista e inclute descripciones de ejercicios rituales. Entre las obras filosóficas encontramos la «Lámpara de la Vía de la Iluminación», obra famosa de la renombrada figura del primer budismo, Atīśa (982-1054) (No. 18). 14 Un adepto de la filosofía expuesta en este libro, Tsong-kha-pa (1357-1419), fundador de la orden de los Dalai Lamas, llamada «del principio de la virtud» (dge lugs pa) también tiene su representación en esta colección con dos importantes obras, la «Gran Vía Gradual» (No. 14) 15 y la «Pequeña Vía Gradual» (No. 15). 16 Un principio básico del budismo es que las cosas adquieren existencia y existen en interdependencia casual unas con otras. Esto se expone en el manuscrito No. 1 de la colección, escrito por Nāgārjuna, figura señera de la escuela de Mahāyāna («Gran Vehículo»), la rama más extendida del budismo, y traducido al tibetano en el siglo 8. Los rituales pertenecen a la parte práctica del budismo. Sirven para el desarrollo espiritual tanto de los monjes que viven en los monasterios, como de los yoguis retirados en la soledad de las montañas, y son indispensables para alcanzar su principal objetivo, la iluminación. Los textos de este tipo presentes en la colección muestran bien que todas las escuelas budistas establecidas en Tíbet pertenecían a la rama del «Vehículo de Diamante» (Vajrayāna). La característica primordial de esta versión del «Gran Vehículo» es que en ella el budismo, básicamente ateo, introduce en su pante—n una serie de dioses —en su mayoría hindús— cuando, hasta entonces, solo había tenido santos propios, los bodhisatvas. Esta rama también concede una importancia decisiva a las ceremonias mágicas y los recitados y conjuros salmodiados en ellas o fuera de ellas con propósitos tanto seglares como espirituales. Estas ceremonias incluyen los llamados sādhanas, en los que el practicante invoca o llama ante su presencia a los dioses o grupos de dioses por medio de la visualización y de las sílabas místicas o mágicas. La colección contiene dos textos de esta clase. Uno (No. 21) 17 sirve para invocar a una diosa destructiva, la Reina de la Guadaña (Dmag zor rgyal mo), mientras que el otro llama a Avalokiteśvara, bodhisatva de la piedad (No. 22). 18 A la misma rama del «Vehículo de Diamante» o budismo tántrico pertenece el popular texto titulado «Letanía de los Nombres del Bodhisatva Mañjuśrī», No. 11 19 de nuestra colección. Los lectores interesados en la cultura tibetana seguramente ya han oído hablar del Libro Tibetano de los Muertos, que describe la situación posterior a la muerte y da ayuda para el próximo nacimiento. Con este libro se relaciona el manuscrito No. 2, 20 una guía resumida para nuestro recorrido existencial durante el intermedio de la muerte. |